La obesidad y embarazo tienen asociación directa desde la fase en la cual estamos buscando tener un bebé hasta después del nacimiento.
Solemos relacionar el aumento de kilos con la estética pero no nos damos cuenta que el exceso de grasas influye en nuestra salud y en la de nuestro futuro hijo/a.
Seguir unas adecuadas recomendaciones saludables es un pilar básico para favorecer un buen desarrollo del embarazo y del parto.
Qué es la obesidad
La obesidad es el exceso de grasas en el cuerpo. Conviene diferenciarla del sobrepeso, el cual significa pesar por encima de lo recomendado. Es importante tener claro que la obesidad ocurre por ingerir más calorías de las que se queman.
Cada persona metaboliza los alimentos de forma diferente y eso significa que lo que ingiere un individuo no debe de ser lo mismo que otro. A esto se añade que la forma de quemar las calorías también es diferente de uno a otro.
La obesidad se considera una enfermedad y puede llevarnos a situaciones graves. Esta patología puede afectar a órganos tan importantes como el corazón, el hígado, el páncreas o el sistema nervioso central.
La obesidad y embarazo
Cuando una mujer está buscando un hijo/a, pocas veces suele pensar que existe una estrecha relación entre la obesidad y embarazo. La patología puede afectar en el proceso normal de gestación.
No es la estética lo que debe preocuparte. Eso es algo superficial y que no tiene valor. Pero sí te recomiendo que pienses en cómo puede afectar la obesidad a las diferentes fases que rodean tu maternidad:
- La búsqueda del embarazo. Se ha demostrado una asociación directa entre obesidad e infertilidad. La secreción hormonal está afectada y muchas mujeres pueden presentar problemas en sus ciclos debido a ello.
- El embarazo. La obesidad se ha relacionado con muchos casos de abortos en primer trimestre y partos prematuros en el tercer trimestre, normalmente acompañado de hipertensión arterial y de diabetes gestacional.
- Tras el parto. Una vez ha nacido el bebé entráis en la fase de puerperio inmediato, son justamente las dos horas posteriores. En los casos de obesidad, es frecuente encontrarnos con mayor número de sangrados que precisan de mayor vigilancia sanitaria.
- El bebé. Los niños nacidos de madres que han asociado obesidad y embarazo requieren más controles sobre los niveles de azúcar y la alimentación durante las primeras horas.
Cómo reducir los riesgos
Si estás buscando embarazo, conviene que intentes bajar el peso antes del mismo. Sé que es algo difícil y cuesta mucho cuando asociamos la vida en la cual nos encontramos hoy en día. Con el apoyo adecuado, puedes conseguirlo fácilmente.
Durante el embarazo, sí es posible hacer dieta.
Es importante identificar en esta situación que lo que se debe hacer es una alimentación equilibrada y realizar la actividad física correcta para poder quemar los excesos de calorías que se hayan ingerido.
Con un seguimiento personalizado es posible llevar una vida saludable y así reducir significativamente los riesgos asociados a la obesidad y embarazo.