Ayer estuve pensando que iba a escribir en estas líneas y dándole vueltas a varios temas, me puse a meditar la cantidad de mujeres que me dicen que las amigas le cuentan historias horribles sobre el parto y piensan que eso es lo habitual.
Para combatir esa situación, se me ha ocurrido crear un apartado, Diario de un Parto, donde escribiré historias de partos que vivo casi a diario en mi trabajo. Mi objetivo no es otro que demostrar que lo más habitual es vivir una gran experiencia en el momento del nacimiento de un hijo.
El último parto que hice fue hace dos días. Un parto vaginal precioso y sin complicaciones.
Nuria, la madre, ingresó por la mañana para realizarle una inducción al parto ya que tenía una cesárea anterior y además ya habían pasado varios días de su fecha probable de parto. Estaba muy nerviosa, pero le estuve explicando como iba a ser el proceso y usando chistes se fue tranquilizando.
La inducción fue despacio, ya que tuvimos que empezar con una medicación cuya absorción es muy lenta. Aprovecho aquí para mencionar que somos los profesionales los que debemos decir con que medicación debe empezarse una inducción, ya que no todas las gestantes son iguales, y precisan de una valoración previa.
Estuvo paseando por la unidad, charlando con familiares, por supuesto no estaba en ayunas así que comió sin problemas. Yo le hacia monitores cada cierto tiempo para asegurarme que todo iba bien y ella se fue tranquilizando más por momento.
Sobre las 23 horas le expliqué que durante la noche estuviera lo más tranquila posible y que si podía descansar, lo hiciera para tener fuerzas al día siguiente. Pero esa tranquilidad le duró poco, a las 4 h me avisan porque comenta que el dolor ha aumentado. Al valorarla, observo que está con casi 5 cm y le doy la gran alegría que se ha puesto de parto. Automáticamente me pide la epidural y sin dudarlo llamo al equipo de anestesia para que se la administraran. Tras la misma, se quedó en el servicio de paritorio con nosotros y acompañada de su marido.
La dilatación fue muy rápida, aún teniendo una cesárea anterior. No fue necesario administrar oxitocina, ya que las contracciones eran efectivas y además rompió la bolsa de forma espontánea.
El marido no quiso pasar al paritorio, así que yo le dije a Nuria: “no pasa nada, yo me convierto en tu mejor amiga” y entre risas y con la música de Ed Sheeran (Thinking out load) nació Diego a las 08,55 horas.
Creo que el equipo obstétrico de Quirón Madrid consiguió que Nuria se llevara un gran recuerdo de su parto. El momento de coger a tu hijo por las axilas, tirar de él y ponerlo en contacto piel con piel, es un recuerdo que perdurará siempre en la cabeza de Nuria.
Por ello mis más sinceras enhorabuenas a Nuria y Carlos por esa familia que están creando, felicidades a Lucia que se ha convertido en hermana mayor y bienvenido a Diego, que te portaste fenomenal para que tu madre cumpliera su deseo de vivir un parto sin complicaciones.
1 Comentario. Dejar nuevo
Cuanto me alegro! Y más me alegra enterarme que un parto inducido no tiene porque ser con oxitocina y puede ser natural y muy bueno!!